Las reservas naturales públicas son áreas donde se protege, con carácter intangible, el hábitat de una especie o una comunidad de la flora y fauna, así como las formaciones naturales de interés científico y paisajístico.
Las reservas naturales privadas son áreas de terreno administradas por entes no gubernamentales para la conservación de la biodiversidad. En la mayoría de los casos, los privados que crean reservas en sus propiedades compatibilizan la conservación de la biodiversidad con alguna actividad productiva como el turismo, la ganadería, las explotaciones forestales, entre otras.